La chapa y pintura de su coche suele estar expuesta a golpes, raspones o bordillazos que deterioran y hacen que no luzca tu coche con el paso del tiempo. Unos consejos para alargar la vida de tu automóvil y que te ayudarán a mantenerlo lo mejor posible:

– Recurre siempre a talleres garantizados. Las reparaciones son eficientes, rápidas, a precios competitivos y nos aseguramos el uso de las mejores piezas para nuestro vehículo.

– Intenta mantener una distancia prudencial con la acera. Los bordillos son los causantes principales de destrozos de neumáticos tanto en marcha como aparcando.

– No olvides los bolardos próximos al borde de la acera. Suelen ser pequeños, difíciles de ver y dejan unas abolladuras importantes en el coche.

– Atención con la altura de los parkings. No todos los coches caben por altura en todos los garajes  y podemos llevarnos una sorpresa en alguna ocasión.

– Cuidado al repostar diésel o gasolina. A veces un despiste puede jugarnos una mala pasada.

Aportamos unos pequeños pero útiles consejos para cuidar tus neumáticos:

– No aparques las ruedas subidas a bordillos. Es algo perjudicial para tus ruedas y también para tus suspensiones, ya que puedes arañar profundamente el neumático y perder las cotas de las suspensiones. Todo este se traduce a una pérdida de calidad a la hora de conducir y un desgaste mucho mayor de las ruedas.

– Reduce la velocidad al pasar por los badenes. El impacto a más velocidad hará que tus ruedas duren menos y desgastarás mucho más también las suspensiones.

– Vigila la presión de los neumáticos. Es un motivo muy normal de desgaste de ruedas y de elevado consumo de su vehículo, ya que algo tan evidente lo solemos dejar pasar días y días. No sólo se debe mirar la presión cuando tengamos que salir de viaje, sino de una forma más frecuente. La presión inapropiada, provoca un desgaste “extra” del neumático, y puede aumentar hasta un 10 % el consumo tu coche.

– El primer punto vital es el cambio de aceite lubricante y elemento filtrante. Este punto es importantísimo por la función del aceite de hacer una capa sobre las piezas que reducen la fricción entre ellas,  además de reducir la temperatura de las mismas. El fabricante siempre nos recomienda los tipos de lubricantes que mejor funcionan para nuestro motor y recomendaciones para el cambio de aceite, dependiendo del uso del vehículo. El cambio del  filtro se suele ralizar a la vez que el cambio de aceite, para prevenir que se tapone el motor y que pueda quedarse sin lubricación, lo que supondría que el motor pudiese llegar a gripar.

-Otro punto importante es el cambio del filtro de aire, que suele realizarse a la vez que el cambio de aceite, cumpliendo la función  de quedarse con las partículas que absorbe el motor al coger aire. Impide que pase desde arena arrastrada por el aire, hasta insectos, partículas y diversos elementos que serían perjudiciales para el motor. Si este filtro se satura, puede haber una mala combustión del combustible y un mal funcionamiento.  Un síntoma de algún fallo en esta elemento se suele detectar mejor en los vehículos diesel, por el aumento de humo negro que produce el vehículo y la falta de potencia.

-Por otro lado, existe el filtro de combustible que se sustituye cada más tiempo y es el encargado de hacer pasar el combustible a través de él para así quedarse con las impurezas que se han escapado de los filtros de las gasolineras.